Mientras los padres están ocupados ganándose la vida, deben tomarse el tiempo para aprender más sobre sus hijos, comunicarse más con ellos, las niñeras y los maestros, y tratar de comprender completamente la vida de sus hijos. desempeño en la escuela y en casa. Cuanto más sepa, menos malentendidos tendrá. De esta forma, una vez que el niño sea realmente desobediente, sabrá mejor cómo guiarlo.
2. Absorber el conocimiento educativo
La sociedad está cambiando, el entorno en el que crecen los niños también está cambiando y, naturalmente, los métodos educativos seguirán mejorando. Como padres, es nuestro deber absorber activamente nuevos conocimientos educativos. En el método tradicional de educación para padres, la mayoría de los padres utilizan la autoridad para educar a sus hijos, y los golpes, los regaños y los castigos son métodos importantes de educación autoritaria. Absorber nuevos conocimientos puede ayudar a los padres a salir de sus propias experiencias de crecimiento y ajustar sus conceptos educativos de manera oportuna.
3. Escucha pacientemente a tus hijos
Si los padres son impacientes, agresivos y se enfrentan a niños desobedientes, la reacción más directa suele ser gritar y maldecir. En este punto, el maestro Cheng, experto en educación, sugirió que los padres se calmen primero, sean lo más pacientes posible y pregunten a sus hijos cuál es el motivo. Cuando los padres se han centrado en comprender los pensamientos de sus hijos y tratar de ayudarlos a resolver el problema, pueden descubrir que el comportamiento de sus hijos es en realidad excusable y libera muchas emociones negativas.
4. Realmente menosprecia tu dignidad
A algunos padres siempre les gusta ser dignos frente a sus hijos y están acostumbrados a tratar a sus hijos con la actitud anterior. En este sentido, el maestro Cheng sugirió especialmente que los padres realmente deberían dejar su postura y respetar a sus hijos desde el fondo de su corazón. Deberían dejar de hablar con sus hijos en un tono condescendiente y respetarlos como adultos. No digas siempre “no” a tus hijos, dales múltiples opciones y déjales tomar sus propias decisiones. Si el niño tiene la edad suficiente y no tiene problemas con su capacidad de expresión, también se le puede permitir que encuentre soluciones o alternativas por sí solo.
5. Razonar con los niños
Además de las advertencias habituales, los padres también deben enseñar a sus hijos algo de verdad en situaciones reales. Deje que los niños tengan compasión, déjelos experimentarla desde la perspectiva de los demás y comprenda verdaderamente cómo sus acciones afectarán a los demás. En cuanto a la forma de razonamiento, la profundidad de la explicación se puede elegir según la edad del niño, especialmente los niños pequeños que saben contar historias.
6. Deje que los niños lo experimenten
Si los niños siempre desobedecen a los adultos, los padres también pueden dejar que los niños lo intenten garantizando la seguridad y sin provocar consecuencias maliciosas. cosecharás las consecuencias". A través de su propia experiencia práctica, los niños comprenderán profundamente cuán correctas e importantes son las enseñanzas de sus padres.
7. Negocia con tus hijos
No siempre les pidas que vivan según los deseos de los adultos. Esto no sólo causará dolor a los niños, sino también a ellos. los adultos. Los niños también son seres humanos y, por supuesto, tienen sus propias cosas que hacer. Por tanto, puede ser una buena idea negociar con su hijo y dar un paso atrás. ¿Por qué no pedirle al niño que salte en el sofá cuando los padres tengan algo en qué pensar, o pedirle que salte en la cama del dormitorio más tarde, o esperar a que los padres terminen de ocuparse del asunto y llevar al niño al parque para jugar.
8. No castigues a tus hijos cuando estén enojados.
Por supuesto, los padres no pueden disciplinar a sus hijos de forma racional cuando están extremadamente enojados. Por lo tanto, cuando los padres no pueden calmarse de todos modos, el maestro Cheng sugiere que los padres abandonen temporalmente la escena o desvíen su atención a otras cosas. Cuando se haya calmado, hable con su hijo.
9. Revisa tus expectativas para tus hijos.
A veces los padres están realmente demasiado ansiosos por alcanzar el éxito y, a menudo, piden a sus hijos basándose en estándares que ellos no pueden alcanzar (tal vez los padres piensan que pueden hacerlo, ¡pero nunca lo han hecho!). Ya sabes, es normal que los niños sean activos, testarudos y olvidadizos cuando aún son pequeños. Si los padres realmente quieren exigir a sus hijos, también deben considerar el crecimiento de sus hijos y no siempre mirar su desempeño con lupa.
10. Trata a tus hijos con sinceridad
A algunos padres siempre les gusta utilizar un tono acusatorio o de mando cuando se comunican con sus hijos, lo que suele ser difícil de aceptar para los niños. El profesor Cheng cree que la comunicación entre padres e hijos debe ser sincera y sin distancias. Los padres pueden explicar honestamente sus preocupaciones o emociones a sus hijos y hacerles saber que su comportamiento los entristece, los preocupa y los asusta.
Simplemente tenga un tono tranquilo y una actitud sincera.