Por supuesto, también debes hacerle saber a tu marido que eso no significa que si presionas a tu hijo, lo recordará durante mucho tiempo y no cometerá tal error. Es probable que algunos niños cometan errores, sin importar qué tan fuerte los golpees. Aunque hoy no sea este error, mañana se puede cometer otro, porque el crecimiento de un niño es un proceso de constantes errores y de prueba y error. Debemos proteger y cuidar a este niño. No podemos dañar a los niños siendo demasiado duros. En ese caso, es culpa nuestra.
Al mismo tiempo, también debes saber hacerle entender a tu marido que cuando enseñes a tus hijos, debes hacerle saber lo que está mal en lugar de golpearlo. Cuando educamos a los niños, debemos tener un propósito. Nuestro objetivo es que los niños sepan lo que está mal y lo cambien. Eso es suficiente. Por supuesto, hay muchos ejemplos. En la vida real, golpear y regañar a un niño no lo hará cambiar, solo lo hará rebelde y ya ni siquiera tendrá miedo de ser golpeado o regañado.
Finalmente, debe hacerle saber a su esposo que usar una mano demasiado pesada puede causar daño físico al niño, y luego tenemos que llevarlo a recibir tratamiento, lo cual no vale la pena. Esto le recuerda que no debe ser demasiado estricto a la hora de educar a sus hijos. Además, golpear a un niño es un acto ilegal y criminal que no está permitido por esta ley. También hay que hacerle entender que la educación de los niños debe basarse en la predicación y la orientación, que es lo más adecuado.