1. Presión financiera: casarse y celebrar una boda puede requerir una gran inversión financiera, incluida la compra de un anillo de bodas, tomar fotografías de la boda, celebrar una boda y continuar. una luna de miel. Además, después de casarse, es necesario hacerse cargo de los gastos familiares, como vivienda, alimentación, atención médica, educación, etc., lo que ejercerá cierta presión sobre la economía.
2. Responsabilidades familiares: después de casarse, debe asumir responsabilidades familiares, incluido el cuidado de los miembros de la familia, la gestión de los asuntos familiares y el compartir las cargas familiares. Estas responsabilidades pueden tener un impacto en el tiempo, la energía y el desarrollo profesional de una persona.
3. Presión social: Después de casarse, puede experimentar presión de la sociedad, familiares y amigos, como expectativas sobre el matrimonio, el parto y las normas de rol. Estas presiones pueden tener un impacto en las elecciones y el estilo de vida de un individuo.
4. Crecimiento personal: Después del matrimonio, el crecimiento y desarrollo personal puede verse afectado hasta cierto punto. Por ejemplo, en la vida matrimonial, ambas partes necesitan adaptarse, coordinarse y llegar a acuerdos entre sí, lo que puede tener un impacto en la personalidad y el desarrollo de un individuo.
5. Riesgo de divorcio: Debido a diversas razones después del matrimonio, pueden surgir conflictos y desacuerdos entre marido y mujer, que eventualmente desembocan en el divorcio. El divorcio puede traer consigo una serie de impactos negativos, como división de bienes, custodia de los hijos, familiares y amigos.
Estas desventajas no significan que el matrimonio sea malo, pero sí recuerdan a todos que a la hora de tomar la decisión de casarse hay que tener en cuenta estos factores y estar totalmente preparado.