Los colores dan a las personas diferentes sensaciones según su tono. Hacemos buen uso de los sentidos que aportan estos diferentes colores y los aplicamos en nuestras vidas.
El rojo es un fuerte estímulo visual y es el primer color que la gente ve. Además, el buzón de correo, el camión de bomberos y la máquina de notificación de alarmas contra incendios de la oficina de correos están pintados de rojo. Las entradas a comisarías y hospitales están resaltadas con luces rojas. Las firmas colocadas en las intersecciones y vallas ferroviarias son todas rojas, lo que indica un carácter prohibitivo y restrictivo.
El azul hace que las personas se sientan frías o frescas, y también hace que las personas se sientan tranquilas. Para trabajos detallados, el escritorio y el banco de trabajo están pintados de azul claro. Lo mismo ocurre con las cabinas de los tranvías, que en su mayoría están pintadas de azul claro.
El amarillo da a las personas una sensación brillante y abierta y es un color muy llamativo. Por ello, la mayoría de gorros, paraguas, etc. que utilizan los niños para ir al colegio son de color amarillo.