Hay una plazoleta preciosa cerca de nuestra casa.
Tan pronto como entres por la puerta sur, verás una rocalla, flores de colores, plantas y árboles verdes. Hay dos farolas en el centro de la plaza. Las farolas de color blanco lechoso se ven cristalinas bajo la luz del sol. Están erguidas al borde de la carretera como guardias de la plaza.
Cuando entras a la plaza, lo más llamativo es un gran estanque de lotos. En el estanque, elegantes lotos bailan con el viento. Tienen diferentes colores, rojos como el fuego, rosados como las nubes. El amarillo es dorado y el blanco es nieve, lo que le da un poco de color a la piscina. En el estanque, los pececitos son aún más traviesos y lindos. Algunos escupen burbujas en el agua, otros se esconden bajo el agua y juegan al escondite con nosotros y otros susurran entre sí. Junto al estanque, los sauces parecen niñas, agitando sus largas trenzas y cantando al acompañamiento del viento. En las ramas, los pajaritos realizaban un concierto, "piando" y "piando", cantando hermosas canciones.
Por la noche, la plaza se anima y se convierte en un mar de música y baile. Hay muchos niños jugando, algunos jugando, otros patinando, otros andando en bicicleta... Lo más animado es el. Las personas que hacen baile de alto nivel bailan con gracia al ritmo de la música.
Esta es nuestra plaza, una plaza preciosa.