¿Qué significa el término consejos de Internet?

Las propinas, que se originaron en Inglaterra en el siglo XVIII, son el acrónimo de asegurar un servicio rápido. La costumbre de dar propina es muy popular en la industria de servicios del Reino Unido y Estados Unidos, por lo que las propinas son ingresos legítimos del personal de servicio.

En países extranjeros, encontrará este problema en cualquier momento y en cualquier lugar: pagar propinas. Debido a que la proporción de propinas recolectadas varía de un país a otro y de una región a otra, la brecha es grande. Cuando llegue por primera vez a un lugar, debe preguntar con antelación a personas experimentadas sobre la situación y discutir consejos razonables con sus compañeros de viaje.

No lo trates como un asunto trivial, "sólo guárdalo si puedes", pero tómatelo en serio con la actitud de "haz lo que hacen los romanos" para evitar impactos negativos.

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Origen de las propinas

Las propinas son una forma común de recompensar al personal de servicio en la industria de servicios. Las propinas también se llaman cuentas pequeñas. Según la leyenda, en los restaurantes de Londres en el siglo XVIII, a menudo se colocaba un cuenco sobre la mesa con las palabras "Servicio rápido garantizado". Siempre que los invitados pongan billetes pequeños o monedas en el cuenco, podrán disfrutar del servicio rápido y de alta calidad que brindan los camareros. Algunas personas piensan que este es el origen del "sistema de propinas".

De hecho, la antigua China ha tenido durante mucho tiempo la costumbre de "recompensar con dinero". Los objetos de recompensa incluyen camareros, esclavos, libreros, lacayos, tacones, etc. A finales de la Edad Media, los propietarios de hoteles alemanes solían pedir propinas a sus huéspedes, a veces llamadas "dinero para beber" (para los camareros), porque las mujeres y los camareros que trabajaban como ayudantes en el hotel no cobraban, por lo que solían propinas como salario.

Más tarde, el alcance de las propinas se amplió y muchos funcionarios públicos también pudieron recibir monedas tintineantes. A finales del siglo XIX, para alcanzar determinados objetivos, los ricos solían sobornar a figuras influyentes y miembros de la prensa en nombre de propinas.