La primera parte de la apreciación de poemas en prosa escritos para mi hija: El gatito y mi hija de repente me vinieron a la mente por la mañana.
Anoche soñé con un gato.
Un gatito negro
El gatito negro tiene ojos amarillos y negros.
Lloro hasta saciarme
Así de satisfecho estoy.
Más tarde, la gatita se convirtió en una hija.
La apariencia de la hija es un poco vaga.
Intenté mirar más allá y apareció el cielo.
Este sueño no me lo dijo.
Cuatro Estaciones y Casas
Cuando quise volver a verla por la noche, ya estaba demasiado oscuro.
Parte 2 Apreciación de los poemas en prosa escritos para mi hija: El corazón de mi hija se llena de estrellas, y el pabellón del incienso se cubre.
Hay un hilo de agua de manantial entre los amentos.
Mejillas fragantes, nieve blanca, ciruelas rojas y estrellas, tocando el loto con sonrisas.
La camisa de Luo se agita y las manos desnudas sostienen la elegancia.
La brisa del atardecer sopla a través de la luna brillante y las olas azules todavía suenan como antes.
¿Por quién estás demacrado, por quién estás floreciendo, sentado frente al patio y contando las flores?
Agradecimiento a los poemas en prosa escritos para mi hija N°3: La cinta verde de la hija
¿Adónde has ido?
No seas demasiado arrogante.
Rodeada de verde
Un corazón tierno
Si lo ignoras
Se marchita.
Yo soy tu orilla cercana.
Estilo Luz de Verano
Solo puedo estar contigo
Anochecer o amanecer
Un día de compañerismo
No lo des por sentado
Apreciación del poema en prosa escrito para mi hija N°4: La hija del mar no es casual ni involuntario.
Pero te estaba esperando en la oscuridad
Ese día
Tu memoria fue mojada por las olas.
Así que tu bella imagen
ha perdido su sueño.
Quizás seas una princesa flaca.
Shen Ziyi siempre deja que sople el viento.
Tus pupilas oscuras
Como un manantial suave
Reflejado en mi corazón
Quiero ser tu príncipe triste
Extiende mis alas blancas
Para ti toda mi vida
Esta princesa sirena está esperando
Cuenta las estrellas en el cielo contigo
Observa el mar solitario contigo.
Elige contigo el peridoto de la ostra perla de la memoria.
Tal vez algún día
Cuando me queden todas mis fuerzas.
También arrancaré una lágrima del ángel.
Con la última vez
Te he orado y bendecido miles de veces.
Hasta que un día
Ir en silencio
Revisitar el voto eterno
Convertirse