Las cualidades profesionales básicas que debe poseer un traductor incluyen:
En primer lugar, una base sólida en una lengua extranjera. Es mejor tener experiencia de vida en el extranjero o en un país donde se habla el idioma y comprender las costumbres locales; de lo contrario, muchas jergas y modismos no se pueden traducir con precisión. Además, debes tener conocimientos profesionales en un campo determinado; de lo contrario, algunos nombres propios no se pueden traducir.
En segundo lugar, la integridad. La traducción es un puente entre hablantes de diferentes idiomas. Un traductor íntegro puede proporcionar canales de comunicación para ambas partes, permitiendo que las negociaciones comerciales o políticas se desarrollen sin problemas. En lugar de hacer comentarios irresponsables entre las dos familias y pescar en aguas turbulentas por posibles motivos personales.
En tercer lugar, resiste la tentación. Los traductores deben ser capaces de resistir la tentación y velar por nuestros intereses económicos y políticos cuando la otra parte soborna a nuestro personal.
En cuarto lugar, guarde los secretos comerciales. Los traductores tienen mucho más acceso a los secretos comerciales que la gente corriente y necesitan mantenerlos confidenciales.
Muchas gracias por tu adopción.