Caos: No sé cuando llevaba el pilar en mi espalda, y me sorprendí cuando entré en contacto con la escarcha y la nieve. Si puedes usarlo pero no lo usas, puedes aprender de él.
Los pinos crecen en la ladera de la roca, invisibles para los forasteros, y los carpinteros no tienen posibilidad de reconocerlos. No tiene un terreno extenso para lucir su apariencia, sólo los verdaderos colores que le da la naturaleza. Sus ramas son altas y rectas, solemnes y exuberantes. Puede estar posado sobre una roca y alcanzar el cielo o puede estar escondido en un arroyo apartado, acumulando niebla y nubes. La sólida piedra de la cúpula enterró sus raíces durante muchos años; enredaderas antiguas envolvieron su cuerpo durante muchos años. El rocío blanco vuela, sopla la brisa fresca, los bosques y los campos son miserables y susurrantes, y las montañas y los campos están desolados y demacrados. Los otros árboles tienen hojas amarillas, pero es frondoso. Entonces la gente se dio cuenta de que era alto, recto y único. No cambia la apariencia, ni cambia el corazón. Está dispuesto a resistir el bautismo de las heladas y la nieve. Tiene los mismos intereses que el caballero ermitaño, es inflexible y trasciende todas las cosas. El sol y la luna no pueden cambiar la naturaleza, pero la lluvia y el rocío la enriquecen. Ha sido majestuoso y próspero durante miles de años. Teje la figura fluida en un sueño y creo que tendrá éxito en dieciocho años. No aprende de los melocotones y ciruelas en primavera, ni de los sicomoros en otoño.
Como pilar de talento, es desconocido, desafía el viento y la nieve, pero nadie se sorprende. Realmente vacío y útil. Algunos lo desprecian, otros lo aceptan.