La historia de un águila enseñando a un niño a volar.

1. Cuando los aguiluchos crezcan, las águilas se romperán las alas y luego los empujarán por el acantilado. Algunos de ellos caerán vivos. Pero sólo así los huesos del ala del águila se volverán más fuertes después de ser templados y podrán resistir la prueba del cielo azul. Durante las lecciones de vuelo, el águila llevaba a los aguiluchos al borde de un acantilado y los empujaba hacia abajo antes de que pudieran mantenerse firmes.

2. Para sobrevivir, el aguilucho tenía que batir sus alas desesperadamente. Pero el aguilucho no pudo volar muy lejos y cayó al arroyo de la montaña. El águila los atrapa y vuelve a practicar. De esta manera, después de todas las penurias, la pequeña águila finalmente aprendió a volar libremente.

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