Los tres niveles del modelo del iceberg de pensamiento sistémico no incluyen

Los tres niveles del modelo iceberg del pensamiento sistémico no incluyen: Resultados.

El pensamiento sistémico es un enfoque de resolución de problemas que pregunta cómo los diversos elementos de un sistema (ya sea un ecosistema, una organización o algo más distribuido como una cadena de suministro) se influyen entre sí.

Los pensadores sistémicos no reaccionan a los problemas individuales a medida que surgen, sino que preguntan sobre las relaciones con otras actividades del sistema, buscan patrones a lo largo del tiempo y buscan las causas fundamentales. ?

Un modelo de pensamiento sistémico que ayuda a comprender los problemas globales es el modelo del iceberg.

Sabemos que la masa total del iceberg está sólo un 10% por encima del agua y un 90% por debajo del agua. Pero este 90% es resultado de las corrientes oceánicas y la razón por la que se forma la cima del iceberg. Los problemas globales también pueden verse de esta manera.

Los orígenes del modelo del iceberg se remontan al “Modelo de conciencia del iceberg” de Sigmund Freud.

El "yo" humano es como un enorme iceberg que flota en el agua. Las expresiones de comportamiento o métodos de afrontamiento que pueden ser vistos por el mundo exterior son sólo una pequeña parte expuesta en el agua; bajo el agua. Las montañas son el "adentro" que hemos sido reprimidos durante mucho tiempo e ignorados por nosotros. Al descubrir los secretos del iceberg, veremos los deseos, expectativas, opiniones y sentimientos de la vida, y veremos el verdadero yo.

Freud creía que nuestro comportamiento consciente es sólo la parte visible de nuestra mente: la punta del iceberg. Las motivaciones profundas de nuestras acciones (es decir, la naturaleza psicológica de 90) están ocultas en la mente subconsciente o inconsciente. La clave para determinar el verdadero potencial de una persona es saber qué hay dentro de ella.

Las herramientas y ejercicios psicométricos pueden proporcionar una visión profunda.

La motivación externa y la motivación interna se utilizan para evaluar el mayor compromiso y desempeño de los empleados con la organización. Los motivadores extrínsecos pueden verse como la "superficie del iceberg", como el dinero, los beneficios, el estatus y los elogios que hacen que los empleados se registren en el trabajo, sigan los procedimientos y completen sus responsabilidades laborales.