Este artículo combina la práctica de las prácticas docentes para discutir cómo abordar la relación entre el juego y la enseñanza en la educación preescolar.

En primer lugar, los profesores dejan claro que los juegos son derechos de los niños y garantizan que los juegos se conviertan en actividades básicas en las guarderías. El educador alemán Froebel señaló que los juegos son la expresión de las actividades internas de los niños y el producto de sus actividades espirituales más puras y sagradas. El ex educador soviético Vygotsky enfatizó que los juegos son una actividad que resuelve la contradicción entre las crecientes nuevas necesidades de los niños y sus propias capacidades limitadas. En segundo lugar, garantizar que los niños tengan suficiente tiempo para jugar es un requisito previo importante para que los juegos se conviertan en actividades básicas en las guarderías. En la actualidad, en la práctica curricular del jardín de infantes todavía dominan las actividades educativas concentradas. Los niños siguen diversas actividades organizadas por los profesores, como ejercicios matutinos y clases intensivas, y no hay tiempo suficiente para que los niños jueguen, especialmente los juegos espontáneos. El tiempo de juego espontáneo se utiliza a menudo para que los niños vayan al baño y beban agua. Un fenómeno interesante que ocurre a menudo en los jardines de infancia es que a los niños les gusta quedarse en el baño y jugar algunos juegos espontáneos. Es necesario asegurar que haya más tiempo de juego además de la enseñanza, es decir, es necesario asegurar que el tiempo y las oportunidades para el juego sean mucho más que la enseñanza. Es decir, el juego debe penetrar en la vida diaria de los niños. y recorrer la vida diaria de los niños. Asegúrese de que los niños tengan al menos una cierta cantidad de tiempo libre para jugar todos los días. Es necesario aprovechar al máximo el tiempo disperso, como la entrada y salida del parque, antes y después de las comidas y las transiciones entre actividades, así como garantizar el tiempo de juego en unidad. Los niños tienen más oportunidades para realizar elecciones y actividades independientes, lo que ayuda a mejorar su nivel de juego.

En tercer lugar, crear un entorno de juego para que los niños participen plenamente en las actividades es un medio importante para que los juegos se conviertan en actividades básicas en los jardines de infancia. Un buen ambiente de juego es aquel que impregna las intenciones del educador, está lleno de una atmósfera psicológica adecuada, tiene una distribución razonable, es rico en materiales y permite a los niños moverse plenamente. Para lograr tal ambiente de juego, los maestros no solo necesitan crear un buen ambiente psicológico, sino también seleccionar y determinar materiales de acuerdo con los objetivos del plan de estudios a nivel material para proporcionar a los niños suficientes y diversos materiales de juego. En este entorno, los niños aceptan activamente la información transmitida por estos materiales a través de elecciones independientes y actividades libres y suficientes, e interactúan activamente con ellos, de modo que los materiales puedan ejercer su "valor educativo potencial" y adquirir experiencias clave para el desarrollo.