Lo que realmente le importa a una persona no es su origen, color, raza o religión, sino su personalidad.
3. Cuando estás en el punto más bajo de la vida, es tan deslumbrante ver la cima.
4. Haz siempre lo mejor que puedas, nunca te desanimes, nunca te subestimes y recuerda siempre que los demás pueden odiarte, pero aquellos que te odian no ganarán, a menos que los ames también, entonces tú lo harás. destruirte a ti mismo.
5. Un líder no sólo debe tomar la decisión correcta sobre lo que debe hacer, sino también convencer a otros para que lo hagan.
6. El camino hacia la victoria es sinuoso. Al igual que los pequeños pueblos de Xiangshan, este camino a veces gira hacia atrás y luego se extiende hacia adelante al igual que el camino entre colinas, quienes toman este camino necesitan paciencia y perseverancia. El que está cansado y descansa al borde del camino no vencerá.
7. Cuando alguien te regañe, no le devuelvas el regaño. Cuando respondes una maldición, te destruyes a ti mismo.
8. Los hechos han demostrado que todo el mundo tiene un potencial ilimitado. Muchas veces, lo que nos falta es sólo un espíritu de autoexploración.
9. Debes aprender a sobrevivir al fracaso para que puedas desarrollar tu carácter.
10. Todo dolor nos ayuda a progresar, por mucho que lo odiemos en ese momento. Nuestro destino no nos ofrece el vino de la decepción sino la copa de la oportunidad. Así que tomemos control de nuestro destino sin miedo y con alegría.
11. ¡La adversidad puede derrotar a los débiles y crear a los fuertes!
12. Si quieres hacer todo bien, es imposible hacer bien las cosas realmente importantes.
13. A los teóricos les gusta tratar el poder de manera abstracta. Los líderes saben que no es así y el poder los hace enfrentar la realidad. Los profesores pueden deambular por áreas temáticas absurdas y difíciles, pero quienes están en el poder deben mantener la vista fija en las conclusiones, implicaciones y efectos, y abordar problemas específicos.
14. El gran liderazgo es una forma de arte única que requiere una gran fuerza y una imaginación extraordinaria.
15. Las personas con la mejor elocuencia suelen ser las personas con los pensamientos más superficiales. Una regla segura para los futuros líderes a la hora de tomar decisiones: hablar menos y pensar más.