La evaluación del desempeño de los empleados por parte de la organización generalmente incluye lo siguiente:
Finalización de los objetivos laborales: evaluar si los empleados son capaces de completar el trabajo de acuerdo con los objetivos laborales predeterminados y los requisitos de las tareas, incluido el calidad de ejecución, cantidad y puntualidad, etc.
Calidad del trabajo: evalúa la calidad del trabajo realizado por los empleados, incluida la precisión del trabajo, la eficiencia, la innovación, la capacidad de resolución de problemas, etc.
Actitud y comportamiento laboral: evalúe las actitudes y comportamientos laborales de los empleados, incluido si los empleados cumplen con las reglas y regulaciones, tienen espíritu de equipo, tienen sentido de responsabilidad y buenas habilidades de comunicación, etc.
Aprendizaje y desarrollo: Evaluar el aprendizaje y desarrollo de los empleados, incluyendo si los empleados participan activamente en la capacitación, si tienen nuevos conocimientos y habilidades, y si están dispuestos a mejorar, etc.
Satisfacción del cliente: evalúa el desempeño de los empleados en la comunicación con los clientes y en su atención, incluida la actitud de servicio de los empleados, la velocidad de respuesta, la capacidad de resolución de problemas, etc.
Habilidad integral: Evalúa el desempeño de los empleados en habilidades integrales, incluyendo liderazgo de los empleados, capacidad de innovación, capacidad de toma de decisiones, capacidad de trabajo en equipo, etc.
Los indicadores de evaluación del desempeño de diferentes organizaciones y puestos pueden variar, pero en general, los aspectos anteriores son factores importantes a considerar por las organizaciones. Al mismo tiempo, los indicadores de evaluación deben ser específicos, mensurables, justos y transparentes para garantizar la eficacia y la equidad de la evaluación.