Un artículo tiene referencias que es necesario citar casi de principio a fin. Por ejemplo, en la introducción del artículo se debe citar la literatura más importante y directamente relevante; en los resultados se deben citar los métodos adoptados o tomados prestados; a veces es necesario citar datos para compararlos con la literatura; en la discusión se deben citar las referencias y varios resultados u opiniones que apoyen o contradigan el artículo.
Descuido total, no revisar la literatura; no citar deliberadamente, alardear de la innovación; menospreciar a los demás y promocionarse a uno mismo; está mal evitar puntos importantes y hacer gestos ligeros. Entre ellos, errores como no revisar la literatura, omitir literatura importante, no citar deliberadamente la literatura de otras personas o menospreciar deliberadamente el trabajo de otras personas son obvios y fáciles de encontrar. Algunos métodos son más sutiles, como introducir el contenido que debe incluirse en la introducción e introducirlo en la discusión. Esta será la base o precursora de tu tesis, colocándola en pie de igualdad con tu tesis. Por poner otro ejemplo, la investigación científica siempre se desarrolla en profundidad y su trabajo siempre se desarrolla basándose en el trabajo de sus predecesores. La forma correcta de escribirlo debería ser: ¿Qué hizo alguien sobre este tema en un año determinado? ¿Qué hizo alguien sobre esta base en un año determinado? Esta declaración no hace nada para socavar su contribución. Algunos autores de artículos no lo expresan de esta manera, pero dicen que alguien hizo esta pregunta un año y no la hizo bien el otro año. Esto a veces puede engañar a algunos profanos que no conocen la verdad, pero basta con que un experto haga el agujero y el tigre de papel se rompe. El resultado es contraproducente y se pierde credibilidad. Este fenómeno no es infrecuente en la vida real.