Durante el reinado de Vitautas, el Gran Ducado se encontraba en el periodo de su mayor expansión territorial, y derrotó a los Caballeros Teutónicos en la Batalla de Granwald en 1410. Este período también marcó el ascenso de la nobleza lituana. Después de la muerte de Vitatas, las relaciones entre Lituania y el Reino de Polonia se deterioraron enormemente. Los nobles lituanos, incluida la familia Radziwiłł, intentaron socavar las relaciones con Polonia. Sin embargo, la derrota de la guerra moscovita-lituana dejó ilesa a la alianza.
En julio de 1569, Polonia y Lituania volvieron a firmar el Tratado de Alianza en Lublin, estipulando que los dos países tenían un parlamento común, un sistema común de selección de reyes y una política exterior consistente. Las regiones ucranianas que antes pertenecían a Lituania se integraron directamente en el territorio polaco. El Gran Ducado de Lituania conservó su independencia política y tenía su propio gobierno, ley, ejército y tesorería. Históricamente conocida como la fusión de Lublin. Después de eso, los dos países se fusionaron oficialmente y establecieron el Reino de Lituania en Polonia. A finales del siglo XVI y principios del XVII, las élites polacas intentaron expandirse hacia el este y entraron en conflicto con Rusia. Después de una serie de guerras devastadoras, la Commonwealth polaco-lituana se dividió entre el Imperio ruso, Prusia y el Archiduque de Austria en 1795 y pereció.