Hora de Beijing el 29 de abril, según informes de medios extranjeros, hay una ilustración en el cuaderno de Darwin: varias líneas se extienden y se entrelazan desde el centro como seda de araña, con los extremos marcados A, B, C, D. cuatro letras. La imagen en sí es simple, pero el significado es profundo: es un árbol de la vida, y las líneas representan la sangre, que nos conecta estrechamente a ti, a mí, las criaturas de la tierra y todas las criaturas que alguna vez han existido.
Los árboles evolutivos describen la historia escrita en el código genético, registrando sangre que se remonta a la antigüedad. Siempre que sepamos mirar el árbol evolutivo, emergerá el pasado, el presente y el posible futuro de la COVID-19. Actualmente, los científicos están descubriendo poco a poco la verdad sobre este árbol evolutivo. Con la ayuda de nuevas tecnologías, pueden decodificar secuencias genéticas virales a un precio menor y más rápido, por lo que podemos detectar más enfermedades infecciosas que cualquier enfermedad infecciosa del pasado. Comprenda rápidamente el árbol evolutivo del COVID-19. La pregunta ahora es: ¿Podemos entenderlo lo suficientemente rápido como para limitar la propagación del virus?
En los primeros días del brote, el árbol filogenético de la COVID-19 dejó entrever la gravedad del problema. Los primeros resultados de la secuenciación del primer lote de genomas virales nos revelaron una información importante: el virus implicado en esta neumonía es nuevo para los humanos y sus síntomas son similares a los de la gripe, la neumonía y el resfriado común. Y por su nombre, neumonía por coronavirus-19, podemos ver que pertenece a la familia de los coronavirus. Pero este virus nunca antes había infectado a los humanos, lo que significa que nuestra resistencia es bastante limitada y será difícil detener su propagación.
Poco después, los científicos descubrieron una segunda información importante. En un informe inicial, la OMS sugirió que el COVID-19 ha experimentado múltiples saltos durante su transmisión de animales huéspedes a humanos, y que su capacidad de propagación entre humanos es limitada. Sin embargo, con la incorporación de resultados de la secuenciación del genoma del virus, el árbol evolutivo de la COVID-19 apunta en la dirección opuesta. Los investigadores compararon el genoma del COVID-19 con el de los coronavirus encontrados en murciélagos, pangolines y otros animales y descubrieron que todos los virus recolectados en este brote estaban agrupados en la misma "rama" del árbol evolutivo. Hasta ahora, no conocemos la fuente del virus en esta filtración, pero se puede ver en el árbol evolutivo que este virus puede transmitirse fácilmente de persona a persona. Y ahora tenemos una comprensión profunda de esto.
Durante los brotes de los virus del Ébola y del Zika en años anteriores, los árboles evolutivos pudieron revelar los patrones de propagación del virus por todo el mundo, pero a veces pasaron meses o incluso años después de que el brote comenzara a ver estos patrones. Esta vez no se trata del COVID-19, que se propaga mucho más rápido que los dos virus anteriores. Sin embargo, el ritmo de la investigación científica se ha acelerado mucho. Desde junio hasta principios de abril, los científicos * * * liberaron más de 2.500 genomas del virus de la neumonía por coronavirus-19, lo que permitió un seguimiento casi en tiempo real de la propagación y evolución del virus.
Estos avances plantean la posibilidad de utilizar el conocimiento de la evolución viral para revertir el curso de una epidemia. Por ejemplo, después de secuenciar los genes virales de casos conocidos, los investigadores se dieron cuenta de la gravedad de las infecciones asintomáticas que no podían detectarse únicamente con las pruebas de ácido nucleico. En parte, fue precisamente porque estas pistas revelaron la gravedad de la epidemia que se introdujeron rápidamente medidas de aislamiento social antes de que las capacidades de prueba de ácido nucleico pudieran ponerse al día.
Actualmente, durante la estricta política de aislamiento social, debemos realizar pruebas de ácido nucleico a gran escala para comprender el alcance y la velocidad de propagación del virus. A medida que se amplíen las pruebas y mejoren las capacidades de rastreo de contactos, podremos juzgar mejor quién debe quedarse en casa y quién puede regresar al trabajo de manera segura. Sin embargo, la secuenciación rutinaria del genoma en el futuro puede proporcionar orientación para las respuestas de salud pública. Un día, la secuenciación genética puede ayudarnos a comprender la cadena de transmisión del virus, diciéndonos la probabilidad de que se propague en contacto cercano y de paso.
Además, una vez que se relajen las políticas de aislamiento social, si se pueden continuar las pruebas de ácido nucleico y la secuenciación del genoma a gran escala, también se puede proporcionar una alerta temprana sobre si el virus regresará.
Para convertir estas posibilidades en realidad se requieren medidas heroicas. Desde agencias de salud pública abrumadas hasta programas de vigilancia de virus en rápida expansión, será necesario combinar análisis bioinformáticos complejos y detallados con la epidemiología tradicional. Pero no debemos desesperarnos. A través de esfuerzos de investigación colaborativos y multisectoriales, es posible que podamos encontrar pistas para detener la propagación del virus. De esta manera, nuestra comprensión de la evolución ha remodelado el árbol evolutivo de los virus. Estas son ideas audaces, claro, pero no han sucedido cosas aún más extrañas en los últimos meses. Esperemos y veremos.
¿Qué podemos aprender de la evolución de los virus sobre la epidemia de COVID-19? Para obtener más información, continúe prestando atención a la columna de información sobre tecnología del espacio profundo. El editor del espacio profundo continuará actualizándolo con más noticias sobre tecnología.
Fuente de este artículo: Deep Space Game Editor: Anonymous King’s Heart 2, haz clic para probar