¿Quién fue la primera persona en medir la velocidad del sonido en el aire?

La velocidad de propagación del sonido es de unos 340 metros por segundo y la altura del sonido cambia con el número de vibraciones: la frecuencia. Cuando el sonido encuentra viento, la altura cambiará y la rotación de las aspas del ventilador cambiará el estado de reflexión de la onda sonora, por lo que el oído humano sentirá el sonido vibrar.

El sonido del viento, la lluvia, los truenos, las voces humanas, el canto de los pájaros, el piano... Hay todo tipo de sonidos en el mundo, y forman el coro de cada momento en nuestro planeta. Es difícil imaginar cuán terriblemente silenciosa estaría nuestra Tierra sin sonido.

Me pregunto si alguna vez has pensado en cómo se producen estos sonidos y cómo se transmiten a nuestros oídos para que los escuchemos. El sonido se produce por vibración y todos los órganos productores de sonido vibran. El sonido viaja en forma de ondas. Esta onda sonora energética no solo puede hacer vibrar el tímpano del oído humano y hacer que las personas se den cuenta del sonido, sino que también puede hacer vibrar otros objetos. La mayor parte del sonido que las personas pueden oír llega a sus oídos a través del aire, pero los sólidos, líquidos y gases también pueden propagar el sonido.

Cuando no podemos ver ni oír el tren acercándose a lo lejos, si acercamos los oídos a las vías, podemos escuchar el estruendo del tren. Esto se debe a que las pistas transportan el sonido mucho más rápido que el aire. Cuando un submarino se estrella, la tripulación submarina golpea continuamente la placa de acero del submarino con objetos duros y la velocidad de propagación es más rápida que los gritos.

La primera persona en la historia que midió la velocidad del sonido en el aire fue el inglés Durham. Ese fue el día de 1708. En ese momento, Durham estaba parado en el último piso de una iglesia, mirando el cañón que se disparaba a 19 kilómetros de distancia. Calculó el tiempo entre el destello del cañón y el sonido de su estruendo. Después de muchas mediciones, las promedió y obtuvo datos bastante cercanos a la velocidad actual del sonido: a 20°C, el sonido puede viajar a 343 metros por segundo.

El número de veces que un sonido vibra por segundo se llama frecuencia de una onda sonora. En física, lo llamamos 1 Hz (1 Hz). Los oídos humanos, especialmente los niños, pueden escuchar sonidos entre 20 Hz y 20 000 Hz, pero a la edad de 60 años, ¡solo pueden escuchar sonidos por debajo de 12 000 Hz! ¡Los perros, gatos, murciélagos y otros animales pueden escuchar ondas sonoras en frecuencias mucho más altas que las de los humanos! Además del tono del sonido, también existen diferencias en la fuerza y ​​el timbre. Las niñas generalmente hablan con más frecuencia y tienen una voz más aguda que los niños.