Pase lo que pase, uno no puede retroceder en el tiempo aunque quisiera. El conocimiento y la tecnología no pueden olvidarse sin más. Y nadie puede impedir que se produzcan nuevos acontecimientos en el futuro. Incluso si se cortara toda la financiación gubernamental para la investigación (ya que los gobiernos actuales están haciendo todo lo posible), las fuerzas de la competencia seguirían conduciendo al avance tecnológico. Además, no se puede impedir que los investigadores piensen en ciencia básica, se les pague o no por hacerlo. La única manera de detener un mayor desarrollo es establecer un gobierno global que suprima todo lo nuevo, y la iniciativa y la creatividad humanas son tan grandes que ni siquiera esto tendrá éxito. Lo único que puede hacer es frenar el ritmo del cambio.
Investigación en traducción científica
Actitudes del público hacia la ciencia