Ensayo sobre el significado de la bendición

Una bendición es un pensamiento/sentimiento/cualidad emocional que nos permite redefinir cómo nos sentimos acerca de algo que nos ha lastimado en el momento presente o en el pasado. En otras palabras, el acto de dar una bendición es un "lubricante" que nos libera de emociones dolorosas, permitiéndonos dejar de mantener emociones no resueltas en nuestro cuerpo y abrirnos a una mayor sanación. Lubricar nuestras emociones comienza con reconocer (bendecir) todos los aspectos del evento doloroso, incluida la persona que sufre, la razón del sufrimiento y la persona que presencia las consecuencias.

A menudo encuentro que cuando hablamos de qué es la bendición, también debemos entender claramente qué no es la bendición. Cuando bendecimos a alguien que nos ha lastimado, obviamente no estamos diciendo que lo sucedido sea aceptable, ni esperamos que vuelva a suceder. La bendición no se trata de perdón ni de excusas por la crueldad o el dolor.

Lo que realmente hacen las bendiciones es liberarnos de experiencias dolorosas. La bendición es el reconocimiento de que estas cosas (cualesquiera que sean) suceden. De esta manera, nuestros sentimientos sobre estas experiencias pueden moverse a través del cuerpo, en lugar de quedar atrapados en él. Basado en esto, la clave para lograr lo que Rumi dijo que va más allá del bien y del mal es la bendición. Las bendiciones pueden detener temporalmente nuestro dolor el tiempo suficiente para que podamos reemplazarlo con otros sentimientos.

A través del acto de bendición, recuperas el poder de liberar el dolor más profundo y los sentimientos no resueltos de tu vida. Las bendiciones pueden salvarte de volver a la raíz de la relación, de revivir el dolor una y otra vez sólo para alejarte de él, o de embarcarte en una búsqueda interminable para comprender por qué las cosas son como son. Aunque estos métodos pueden lograr ciertos resultados, el acto de bendecir por sí solo puede darte el poder de cambiar tu vida, ¡y puede lograrse en un instante! Cuando somos capaces de elegir y orar con fuerza y ​​claridad, en lugar de con ira y dolor, pueden suceder cosas hermosas.

¿Suena demasiado simple? Depende de nosotros si esta poderosa herramienta será más fácil o más difícil de usar. No es difícil entender por qué las bendiciones son tan efectivas. Porque cuando queremos que alguien tenga algo, es imposible juzgarlo. Nuestras mentes no nos permiten hacer ambas cosas al mismo tiempo.

Pero antes de dar nuestra bendición, hay un requisito previo. Para que las bendiciones lleguen a tu vida, primero debes responder una pregunta con sinceridad. No es necesario que hagas esto formalmente o frente a otras personas a menos que te sientas más cómodo. Esta es una pregunta personal que puede ayudarte a comprender cómo te limitan los síes y los noes en tu vida.

La pregunta es: "¿Estoy dispuesto a ir más allá de las reacciones instintivas y del viejo dogma de que alguien tiene que pagar el precio o obtener justicia? En otras palabras, ¿está usted dispuesto a ir más allá de la "?" mentalidad de "ojo por ojo"?

Si tu respuesta es: sí, entonces la bendición te pertenece, ¡y estarás feliz con los resultados que experimentes! Si tu respuesta es no, lo primero que debes hacer es descubrir por qué elegiste aferrarte a la creencia que te atrapó en el dolor del que estás tratando de sanar ahora mismo.