El origen de la pluma

Tomemos como ejemplo un lápiz.

En 1662, se construyó en Nuremberg, Alemania, la primera fábrica de lápices del mundo, la Staedtler Pencil Factory. Posteriormente, el alemán F. Kaster fundó la fábrica de lápices de grafito Faber Kaster en Núremberg. Aglutinantes como el azufre y el antimonio se calentaban y mezclaban con grafito para fabricar núcleos de mina, lo que hizo que la fabricación de mangos de lápices de grafito diera un paso de gigante.

N.J. Kant de Francia utilizó por primera vez el método de lavado de grafito para mejorar la pureza del grafito y unió grafito con arcilla para hacer una recarga de pluma. Este método se llama método Comte. Sentó las bases de la industria del lápiz.

Más tarde, después de repetidos experimentos, el químico francés Comte pasó a utilizar arcilla como agente de refuerzo. La recarga preparada era más fuerte y más resistente al desgaste. Además, este método es adecuado para cualquier mineral de grafito y ya se utilizó. hasta 2019. El carpintero estadounidense William Monroe incrustó un núcleo de mina negra en una tira de madera ranurada y luego unió las dos tiras de madera para crear el primer mango de lápiz del mundo.

Datos ampliados

Los lápices siempre están desafilados, por lo que hay que afilarlos. En el siglo XVII, la gente simplemente usaba cuchillos para afilar los lápices. Con el progreso de la sociedad, a principios del siglo XIX, la gente no sólo necesitaba usar más lápices, sino que también tenía mayores exigencias en cuanto al tiempo dedicado a afilarlos. En este entorno nació el sacapuntas automático.

El primer sacapuntas de este tipo del mundo fue inventado por un francés en 1828. Durante los siglos siguientes, el sacapuntas evolucionó hasta alcanzar su forma familiar. La época dorada de los sacapuntas fue probablemente desde mediados de los años 80 hasta principios de los 90, cuando aparecieron los sacapuntas automáticos o eléctricos. El tradicional sacapuntas se está retirando poco a poco del escenario de la historia.

Enciclopedia Baidu-Lápiz