Es decir, todos deberían configurar el mismo código. Debe haber un sistema y todos deben respetarlo. Por ejemplo, cuando las luces se apagan a las 22:30 horas, todos eligen al administrador de la casa designado y le dejan administrarla.
Si nadie manda y la arena se dispersa, cada uno tendrá que seguir su propio camino y tener sus propias razones, que serán insoportables.
Especialmente cuando hay exámenes, todos deberían tener más cuidado de no ser molestados.