En primer lugar, los estudiantes de hoy pueden estar bajo mucha presión.
Hoy vivimos una época muy turbulenta. Han estado viviendo así desde el comienzo de la escuela. Deben seguir trabajando duro para no decepcionar a sus familias, ir a una buena escuela y desarrollarse mejor en el futuro. Han sido adoctrinados con esta idea desde pequeños, por lo que esto también les añade presión. Aunque estas presiones pueden parecer pequeñas durante los ejercicios matutinos, son enormes cuando los estudiantes temen reprobar el examen y decepcionar a sus familias. Al mismo tiempo, también tienen miedo de ser menospreciados por sus malas notas, por lo que, como padres, no debemos presionar demasiado a nuestros hijos.
En segundo lugar, puede que sea mejor darle a su hijo el espacio adecuado.
Los niños también deben conseguir una combinación integral de relajación y descanso mientras estudian, para facilitar el aprendizaje y mejorar enormemente la eficiencia. Nunca inscriba a sus hijos en las llamadas escuelas intensivas o clases de interés según sus propios deseos. Quizás no lo necesiten en absoluto. Como no quiere decepcionarnos, no lo demuestra. Irán a estas llamadas clases de interés y se cansarán mucho. Actualmente, la mayoría de los estudiantes tienen mucha tarea. Es posible que dediquen horas de estudio después de la escuela o incluso se pongan al día con la tarea a la una o dos de la madrugada. Desde este aspecto, ¿seguimos pensando que los estudiantes no están bajo una gran presión?