1. Ayer fui a cenar a casa de mis suegros y charlé mientras comía. Mi suegra dijo: "Tu padre es muy difícil. Hace diez años tenía casi 60 años. Para ganar más dinero, todavía trabajaba afuera. ¡Todos miraban a mi suegro con angustia!". . El suegro un poco borracho dijo con una sonrisa: "Me voy... Tu suegra estaba en la menopausia en ese momento y la niña era rebelde. No podía pagarlo, así que tuve ¡Salir y esconderme!"
2. Solía tener un hijo. Mis compañeros de clase, cambio mi peinado cada tres días. Esta semana me tiño el cabello, la próxima semana me hago la permanente y luego séquelo directamente con secador. El director lo criticó varias veces, pero él no escuchó. Se enojó y llamó directamente a sus padres. Su padre se acercó y le ató el pelo en una cola de caballo. Le dijo al profesor de la clase que se calmara y fuera a pedirle un corte de pelo con un 50% de descuento cuando tuviera tiempo.
3. Cuando subí al autobús, vi a un hombre de mediana edad regañando al conductor por alguna razón. El conductor aguantó un rato y dijo: "Si no hubiera estado en el trabajo, te habría golpeado". El tío no se quedó atrás: "¡Bájate del auto si tienes agallas!". Realmente se detuvo, abrió la puerta y el tío salió del auto enojado, gritó "¡Vamos!" pero vio al conductor cerrar la puerta y irse. Vi a mi tío parado solo en el camino, muy solo.
4. Mi amigo es policía de tránsito. Un día no se puso el uniforme de policía después de salir del trabajo. Hacía demasiado calor. Quería tomar un taxi a casa y vio un taxi estacionado al costado de la carretera durante mucho tiempo. Se acercó y le preguntó al conductor: "¿Vas a ir?". El conductor dijo: "Vamos, vámonos ahora". Después de eso, el conductor se fue, dejando a su amigo solo al costado de la carretera.
5. Yo: Mamá, ¡Feliz Día de la Madre! Mi madre: Sensible, no estuve a la altura de las penurias de llevarte en diez meses. Yo: Mamá, ¿tuve un parto normal? Mi mamá: No, eres una perra. Mi madre: Lo escribí mal. Esa perra está arruinada. Mi mamá: ¡Este maldito método de entrada! ¡Cesárea! Mi corazón: ...Mamá, ¿ya terminaste?