La Leyenda de Pangu (la misteriosa historia de la creación del universo)

La leyenda de Pangu es una historia importante sobre la creación del universo en la antigua mitología china. Según la leyenda, Pangu fue el antepasado del universo. Nació en el caos, abrió el cielo y la tierra y creó todas las cosas. Esta misteriosa historia está llena de imaginación y pensamiento filosófico, lo que desencadena pensamientos interminables en la gente sobre el origen del universo.

Nacido en el Caos

En el caos, no hay cielo ni tierra, ni luz, ni vida, sólo un caos sin fin y un poder invisible que vaga en la nada. Y en este caos sin fin, una enorme existencia con forma de huevo se gesta silenciosamente. Esta forma de huevo es el origen de Pangu.

Pangu durmió en la cáscara del huevo durante interminables años, hasta que un día, finalmente, despertó. Luchó con fuerza, la cáscara del huevo se rompió y una fuerza poderosa brotó de ella. Su cuerpo se convirtió en cielo y tierra, con el cielo sobre su cabeza, sus pies en la tierra y sus brazos extendidos formando montañas y ríos. Sus ojos se convirtieron en el sol y la luna, su aliento se convirtió en el viento y las nubes, y su sangre se convirtió en ríos y lagos.

Abre el mundo

El nacimiento de Pangu desencadenó un gran cambio. Blandió el hacha gigante que tenía en la mano y cortó todo en el caos. Cada vez que cortaba, provocaba un cambio en el mundo. Su sudor se convirtió en lluvia torrencial, la temperatura de su cuerpo se convirtió en fuego y el vello de su cuerpo se convirtió en bosques y praderas.

Después de miles de años de arduo trabajo, Pangu finalmente separó el cielo y la tierra. Separó el cielo de la tierra y formó un espacio enorme. El cielo está alto, la tierra no tiene límites y todo en el universo comienza a crecer y multiplicarse en este nuevo espacio.

Creando todas las cosas

Pangu no detuvo su paso, comenzó a crear todas las cosas del universo. Usó su hacha gigante para golpear las rocas e hizo truenos; usó su hacha gigante para dividir el flujo de agua para formar ríos y lagos; usó su hacha gigante para talar árboles y formar bosques y praderas. Creó animales, plantas y humanos, llenando el universo de vida y vitalidad.

Sin embargo, el poder de Pangu se fue agotando gradualmente durante el proceso de creación. Sintió que su vida estaba llegando a su fin, por lo que decidió usar su cuerpo como base para permitir que el universo siguiera desarrollándose. Volvió sus ojos hacia el sol y la luna, su sangre hacia ríos y lagos, y sus huesos hacia montañas y valles. Su alma se convirtió en viento y nubes y existirá en el universo para siempre.