La palabra Leica ya no es exactamente una marca de cámaras. Después de casi cien años de historia y dos guerras mundiales, desde el creador de la cámara de 35 mm hasta el mito que aún perdura hoy, Leica ha adquirido un significado cada vez más profundo, interpretando la historia, la cultura Leica y un espíritu.
A lo largo de los años, este logotipo rojo de Leica se ha convertido en el ideal más elevado con el que sueñan muchos fotógrafos, y la gente lo ha elogiado demasiado. No es sólo un símbolo de calidad, sino también un símbolo de estatus. Hay innumerables historias conmovedoras sobre Leica y algunos incluso dicen que mientras tengas una Leica, puedes hacer cualquier cosa.
Aunque en esta era digital la posición principal de los fabricantes de cámaras se ha trasladado desde hace tiempo de Alemania a Japón, en esta era de frecuentes actualizaciones de las máquinas, la gente está interesada en discutir quién lanzó qué nueva máquina. Además, una cámara nueva suele estar en el mercado durante uno o dos años y no está lejos de quedar obsoleta. Entonces, hay un drama de "puedes cantar, estaré en el escenario", mientras que, del otro lado, un grupo de fanáticos paranoicos están haciendo todo lo posible para encontrar esas viejas cámaras Leica.
No hace mucho, un amigo compró un M6 de segunda mano. Aunque el color es un poco viejo, todo funciona bien. En las cámaras Leica, máquinas que han pasado cincuenta, sesenta o incluso setenta u ochenta años pueden seguir utilizándose con normalidad siempre que estén bien protegidas. ¿Cuántas cámaras electrónicas hoy pueden hacer eso? Ésta es la diferencia entre comida clásica y rápida. Ésta es una de las razones por las que la gente siente fascinación por Leica. A día de hoy, Leica sigue fascinando a mucha gente. Las cámaras Leica con una larga trayectoria no han sido eliminadas por el tiempo, pero se han vuelto preciosas con el paso del tiempo.
Repasemos el desarrollo de esta legendaria marca con una historia de más de 80 años a través de la primera exposición cultural realizada por el maestro chino-estadounidense Ye en China. Sentí la intención original del Sr. Ye de realizar la exposición: ¿qué podemos encontrar en un país en desarrollo como China que procesa materias primas, exporta servicios laborales, establece empresas conjuntas y carece de productos internacionales independientes de propiedad intelectual? Viendo desde aquí nuestra propia situación actual, deberíamos empezar a reflexionar que lo que realmente necesitamos es intentar “salir” y “conectar con el mundo”. Sí, lo que necesitamos es este espíritu de trabajo duro y superación. Lo que necesitamos es la autodisciplina de la excelencia y la perfección.