He visto inquilinos “no fijos”: algunos inquilinos no planean vivir en su casa por mucho tiempo, es posible que solo necesiten un lugar a corto plazo para vivir en la ciudad o viajar. en algún otro lugar. Estos inquilinos pueden irse repentinamente después de uno o dos meses sin siquiera avisarle con antelación.
Inquilinos con “malos hábitos”: Algunos inquilinos pueden fumar, beber o consumir drogas en su propiedad. Estos comportamientos no solo son perjudiciales para ellos mismos, sino que también causan daños a su propiedad.
Inquilinos con "modificaciones casuales": algunos inquilinos harán modificaciones a su casa por iniciativa propia, lo que puede incluir clavar clavos en la pared, pintar o construir particiones temporales, etc. Estas acciones pueden dañar la estructura de su hogar o violar su contrato de alquiler.
Inquilinos “irrazonables”: Algunos inquilinos pueden quejarse de cosas con las que usted no está satisfecho. Puede ser que su casa tenga instalaciones insuficientes, mal mantenimiento u otros problemas. Estos inquilinos pueden seguir molestándote una y otra vez, causándote una gran angustia.
Inquilinos que están “atrasados en el pago del alquiler”: algunos inquilinos con frecuencia pueden retrasarse en el pago del alquiler o estar atrasados en el pago del alquiler, lo que le causará pérdidas financieras y también puede traerle problemas a su estado de ánimo.
Por supuesto, no todos los inquilinos tendrán estos problemas, y la mayoría de los inquilinos son buenos, pero como propietario, siempre debes estar atento para evitar que estos problemas ocurran. Al mismo tiempo, también conviene preparar un contrato de alquiler para aclarar los derechos y obligaciones del inquilino para evitar disputas.