1. ¿Es digno de tu compromiso de por vida?
En una relación, para llegar al palacio del matrimonio, ya no se trata solo de enamorarnos tú y yo, sino de considerar si esta persona es realmente digna de tu vida y si puede encubrirla. para ti. Lo resista o no, ya sea que su carácter sea bueno o no. En el matrimonio, esas dulces y románticas palabras nunca merecen una buena noche de sueño, y esos momentos íntimos no son tan buenos como el cuidado junto a la cama cuando estás enfermo.
Lo que necesitas en tu vida matrimonial es alguien que pueda brindarte calidez y cuidado. Deben apoyarse mutuamente durante toda su vida y no armar un escándalo hoy. Si este hombre puede darte todo esto, entonces puedes considerar casarte lejos. De lo contrario, no es necesario que lo consideres, porque si estás lejos, él será el único que quedará a tu lado. Si él no puede darte ese calor, entonces sólo podrás llorar solo, sin tus familiares y amigos cerca, y no tendrás ningún otro apoyo.
2. ¿Eres capaz de establecerte en una nueva ciudad?
Antes no eras una persona que se quedaba en casa, sino una persona que también necesitaba trabajar. No imagines quién te apoyará por el resto de tu vida. Luego tendrás que pensar claramente si tus habilidades te permitirán establecerte en la nueva ciudad y encontrar un buen trabajo cuando llegues.
Después de casarte, es posible que también te enfrentes a algunos obstáculos en tu carrera, pero ¿podrás afrontarlos de forma independiente? Ya sabes, en una ciudad donde estás casado lejos de casa, no tienes muchos amigos ni conexiones familiares. Confías en ti mismo. Mucha gente dirá que puedes confiar en la familia de tu marido, ¡pero no pienses demasiado en casarte lejos!
¿Estás dispuesto a dejarlo todo por él?
Muchas personas han dicho que el largo matrimonio de una niña significa que ella renunciará a todo en la primera mitad de su vida, irá sola a una ciudad completamente desconocida, se enfrentará a completos extraños y entrará en un mundo completamente desconocido. vida familiar. Según la experiencia personal, estas palabras son ciertas y las chicas que se casan lejos tienen que afrontar todo esto.
Piensa claramente si puedes renunciar a todo lo que alguna vez supiste sin arrepentirte. No pienses en cuántas veces la otra parte te lo pagará si renuncias a tanto. ¡Si piensas de esta manera, puedes convertirte en una mujer resentida! Lo que tienes que pensar es que no importa cuáles sean las consecuencias, no debes arrepentirte.
¿Tienes el coraje de enfrentarte a ganar o perder en este juego de apuestas?
En mi opinión, el matrimonio es como una apuesta. En un matrimonio lejano, se pierden más fichas. ¿Tienes el coraje de perder? Si es así, ¡cásate lejos! Si no, si tienes miedo de no tener a nadie con quien llorar después de perder, te sugiero que no te cases lejos y vivas una vida normal en tu propia ciudad.