Según registros antiguos, a finales de la dinastía Ming, una fuerte tormenta solar tiñó todo el cielo de rojo. Esta tormenta solar duró nueve días. En aquella época, la gente corriente pensaba que el mundo se estaba acabando y siempre tenía miedo. Nueve días después, la luz roja desapareció, el fin del mundo no ocurrió y la gente retomó su vida normal. Un espectáculo así no sólo es raro en la historia de China, sino también raro en el mundo. La causa es un fenómeno natural provocado por una fuerte colisión entre la tormenta solar y el campo magnético no polar de la Tierra.
Si tal fenómeno ocurriera en nuestros tiempos modernos, sin duda sería un gran desastre, porque muchos de nuestros productos electrónicos ahora necesitan ser transmitidos a través de satélites, y las tormentas magnéticas son fuertes actividades de manchas solares que afectarán seriamente afectan el campo magnético. En esta era de la información electrónica, muchas partes del planeta entero pueden quedar paralizadas.