Mirando ahora hacia atrás, en aquella época había muchos niños, todos bebés de zonas rurales, y también eran nuestros compañeros de juegos en aquella época. Pero los niños son muy pequeños y rara vez juegan a las casitas.
En verano, los niños tienen nuestro paraíso en sus manos. Recuerdo que en el verano del primer año estábamos jugando con teléfonos móviles en el aula y los adultos pusieron semillas secas de melón en el aula. Las flores en el aula estaban deliciosas. De esta manera, después de mucho tiempo, seguía leyendo con el libro de texto en la mano. Recuerdo a esos estudiantes de secundaria, tirados solos en el suelo con algunos libros de texto en las manos. Muchos libros de texto en este momento están llenos de felicidad. En ese momento, siempre sentí que las manos de mi madre eran muy suaves y delicadas. Todos estamos muy felices ahora. Podemos tener las personas adecuadas y tener esos estados de ánimo divertidos.