¡No puedo entender!
Si no te equivocas, entonces tu hija tiene “retraso mental”; si tu hija es normal, entonces tu hija ha descubierto tu “privacidad”.
Solución: Habla con tu hija.
Puntos de operación: 1. Si no hay “confirmación” sobre su madre, ¡no digas nada! De lo contrario, echará más leña al fuego. 2. Respecto de los propios errores, hay que “revelarlos completamente” y eliminar resueltamente la sospecha de “ser”. De lo contrario, no hay segundas oportunidades. 3. Responde seriamente a las preguntas de tu hija y no actúes como tu padre. 4. Considere cuidadosamente las sugerencias de su hija y haga las concesiones apropiadas.
Desafortunadamente, no sé el motivo de su divorcio. Es posible que haya tomado la decisión “equivocada”.