Primero que nada: Como dueño de Akita, debes saber respetar a Akita y estar dispuesto a ser amigo de él. Cuidar la alimentación y la vida diaria de Akita es responsabilidad ineludible del propietario. Al mismo tiempo, para ganarse la confianza de Akita y convertirse en su dueño, el criador debe brindarle más amor y cuidado.
En segundo lugar: no mimes demasiado a Akita en la vida familiar. También es necesario enseñar al perro a desarrollar el hábito de respetar las "reglas de la casa" cuando vive en casa. Además, se debe conocer y comprender el comportamiento voluntario del criador. Decida primero qué es y luego decida si elogiar o reprender. En el proceso de educación y entrenamiento, no se puede mimar demasiado al Akita, de lo contrario no aprenderá los hábitos de paciencia y obediencia.
En tercer lugar, a los perros Akita les afectan la raza, la personalidad y la inteligencia. Al entrenar a su perro en otoño, el dominio y la comprensión de la obediencia variarán. Por lo tanto, los dueños no pueden ser demasiado estrictos con cada perro y no cumplir con altos estándares. Al mismo tiempo, para que el perro tenga una buena obediencia es necesario persistir en el adiestramiento y no darse por vencido a mitad del camino.
El entrenamiento de obediencia no se puede completar en poco tiempo. Se acumula lentamente en la vida diaria. Cuanto más tiempo pasa un perro Akita con su dueño, más fuerte será su sentido de confianza y respeto por su dueño, y mejor será su obediencia hacia su dueño. Para que los perros Akita tengan una buena obediencia, no es sólo desde la perspectiva del adiestramiento, sino también para establecer confianza mutua y relaciones amistosas en la vida diaria.
El contenido de este artículo proviene de: China Agriculture Press, China Rural Chronicles.