Una lluvia de otoño, unas ruinas.
La lluvia paró, pero mi estado de ánimo aún era sombrío. En medio de todo tipo de caos, buscar un poco de paz se ha convertido en el mayor lujo. En el camino de la vida caemos, nos levantamos, caemos y nos volvemos a levantar. Miramos la herida, la sangre se esparce, sonríes y sigues adelante. Quizás no estemos a favor del tren que viene detrás de nosotros, pero ya cruzamos el puente y llegamos a la bulliciosa ciudad. Este deseo no tiene fin, gira como una enredadera y persiste durante toda la vida.
¿Por qué Qiu siempre está tan herido? Quizás, aparte de las palabras de tristeza otoñal en poemas antiguos, no sea más que la lluvia que gotea, el aire húmedo y frío y la soledad que muestra el alma en tal ambiente. Me parece ver, bajo la repentina sombra fría, almas solitarias que abandonan sus espaldas, rodeadas por el frío, tragadas por la desolación. Los cuerpos aparentemente felices pero vacíos expresan mucho desamparo de otra manera, pero son incapaces de cambiar, siempre cargando. esta frialdad. . .
¿Te ríes porque te duele? ¿O es felicidad lo que no entiendo? De repente descubrí que el dolor es felicidad y que, por derivación mutua, sólo hay dolor y felicidad. Si no hay alegría, ¿cómo sabes que es dolor? ¿Cómo puedes sentir dolor? Al igual que la soledad del otoño, si no hay una vitalidad brillante en la primavera, ¿cómo sabes que las hojas del otoño son sombrías? Levanta la cabeza, respira hondo y busca ese rayo de luz en las sombras y los huecos. Tal vez vivimos sólo para tener ese rayo de esperanza, por eso corremos salvajemente y nos dispersamos en todas direcciones. . .
A veces el miedo es no saber el destino final del alma, si estaré acompañada de la persona que quiero, o si estaré sola. Frente al espacio frío, a las paredes frías y solo al vacio vacio del reloj, tengo que recordarme todo el tiempo que otro siglo te ha dejado, y no sé cuánto tiempo te acompañaré.
Atraviesa un otoño y pasa el resto de tu vida escribiendo un capítulo de amor. Quizás habrá una calidez que la realidad no puede tener. . .