¿Cuál es la razón por la que África ha tenido un ojo durante cientos de millones de años?

En 1960 se descubrió un ojo gigante en Mauritania, en el desierto del Sahara occidental. Este ojo es lo que hoy llamamos el ojo del Sahara. Este ojo es como una perla engastada en el desierto del Sahara, mirando a África. Al principio, se pensó que la formación del Ojo del Sahara era causada por colisiones de meteoritos, y más tarde los geólogos creyeron que era causada por movimientos geológicos.

1. Mirar fijamente el desierto ha sido un área restringida de la vida desde la antigüedad. Muchas civilizaciones misteriosas de la historia han desaparecido en la arena amarilla. El desierto más grande del mundo, el Sahara, tiene un ojo único. Este ojo fue fotografiado claramente por el satélite de 1960. El contorno y la apariencia son consistentes con el ojo y la estructura de la pupila es clara. La longitud desde la esquina interior hasta la esquina exterior del ojo alcanza los 320 kilómetros, y las pupilas de la izquierda y la derecha tienen un diámetro de 50 kilómetros. Lo que sorprende especialmente es lo claramente visibles que son los detalles del Ojo del Sahara. Este ojo único ha estado mirando en silencio a África durante miles de años.

2. La formación del Ojo del Sahara El Ojo del Sahara se encuentra en Mauritania en la parte sur del Desierto del Sahara. Al principio, los científicos creyeron que esta área era una enorme cueva formada por la colisión de un meteorito, que luego se fue formando gradualmente a través de miles de años de erosión del relieve. Debido a que la estructura del terreno desértico es una forma de relieve concéntrica típica, solo girando alrededor de la Tierra se pueden ver todas las formas de relieve con claridad. Por eso nadie descubrió el Ojo del Sahara antes de 1960. Las estructuras Richter se formaron en esta área debido a la erosión eólica. La cúpula ovalada tiene un diámetro de más de 40 kilómetros y su estructura interna está formada por diferentes rocas intrusivas y extrusivas, formando así dos presas anulares concéntricas, por lo que aparecen los ojos.

El Ojo del Sahara ha estado observando en silencio la tierra de África. Este ojo mágico todavía hoy fascina a innumerables científicos. El misterio de su formación y función nunca ha sido resuelto, y la magia de la tierra también es fascinante.