Energy Star es un programa de conservación de energía liderado por el gobierno de Estados Unidos, dirigido principalmente a la electrónica de consumo. El programa Energy Star fue lanzado en 1992 por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) para reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas.
Este programa no es obligatorio. Los fabricantes que cooperan voluntariamente con este programa pueden colocar la etiqueta Energy Star en sus productos calificados. Los primeros productos que cooperaron con este plan fueron principalmente computadoras y otros aparatos de información, y luego gradualmente se extendieron a motores, equipos de oficina, iluminación, electrodomésticos, etc.