Al principio, la gente no tenía telas ni papel, por lo que sólo podían utilizar hojas o telas de pasto para hacer cortinas. Con el progreso y desarrollo de la humanidad, la gente inventó las telas, es decir, la seda. Las familias reales, los nobles y las personas ricas y poderosas utilizaron telas de seda para hacer cortinas. En ese momento, habían aparecido muchas cortinas de bambú y paja, pero no se habían generalizado y no había muchos estilos.
Más tarde, después de que el inventor chino Cai Lun inventara una fabricación mejorada de papel, la mayoría de la gente común y corriente utilizó papel para hacer cortinas.
Hoy en día, las cortinas han convivido con nuestros espacios, en estilos y estilos siempre cambiantes, y sus funciones y usos se han refinado hasta donde son útiles.
Estor estilo europeo, estilo chino, estores enrollables, estores venecianos, estores de bambú, estores de día y de noche, estores de hilo... la lista continúa. Las cortinas son el estado de ánimo de una persona, una de las opciones indispensables para nuestro estilo decorativo de espacio habitable y un reflejo del gusto del propietario. En definitiva, tomarse el tiempo para elegir las cortinas es a veces una buena manera de apreciar la vida.