El enfoque de “Doble Primera Clase” del Ministerio de Educación es más claro. Esta clasificación no tiene el propósito de clasificar, ni distinguir qué colegios y universidades son fuertes y cuáles son débiles, ni es una lista para guiar específicamente el empleo y la selección. Por el contrario, es decirles a todos que el objetivo general de la "doble primera clase" es participar verdaderamente en la construcción disciplinaria, que consiste en asignar terrenos para los recursos.
Elijo un grupo de personas fuertes y lucho por dinero; elegí un grupo de sujetos con desventajas culturales y educativas relativamente fuertes (tenga en cuenta que la región no es una provincia), y al mismo tiempo me advirtió que Si no trabajo duro, no me rendiré.
La doble primera clase tiene que ver con la construcción más que con la evaluación. No sigue completamente la lógica de quién es fuerte y quién es débil, sino que depende de quién es digno de apoyo (seleccionando a los mejores en un cierto nivel). ) y a quién hay que apoyar (distribución equilibrada, no dejar que los poderosos 985 se lo traguen, dejando parte para los colegios profesionales), quién debe apoyarlo (es decir, hay muchas universidades fronterizas).
El objetivo final es orientar correctamente a los colegios y universidades para que persigan tendencias de desarrollo diferenciadas. Las escuelas integrales fuera de 985 (e incluso incluyendo 985) han sufrido reveses, y escuelas sólidas de otros lugares las han apoyado. Esta es también la forma correcta de guiar a las universidades chinas desde el primer eslabón al segundo eslabón (haciendo hincapié en la educación moderna y promoviendo vigorosamente el fortalecimiento integral de las escuelas) y avanzar gradualmente hacia la tercera etapa, es decir, la estrecha integración de un pequeño número de instituciones integrales. escuelas sólidas con un gran número de disciplinas de competencia vocacional.
También hay una lógica oculta. Todo el mundo quiere ir a industrias populares, todo el mundo quiere ir y hay muchos colegios y universidades. Los departamentos provinciales y los municipios le conceden gran importancia, por lo que el Ministerio de Educación sólo necesita los más fuertes. Nadie quiere estudiar carreras impopulares, los colegios y universidades comunes no están dispuestos a ofrecerlas y los líderes superiores no las toman en serio. Sin embargo, el Ministerio de Educación seguirá gastando dinero para garantizar la diversidad de tendencias de desarrollo de materias y servir al desarrollo social, por lo que es seguro que dominarán las carreras impopulares.
No podemos mirar esta lista desde la perspectiva de los estudiantes o las empresas. La lógica subyacente es errónea. Los objetivos clave del Ministerio de Educación son las políticas macroeconómicas y la asignación de recursos, más que una orientación específica para carreras técnicas.