Fue un día en mi quinto grado La maestra sonrió y. nos dijo: "En nuestra escuela se realizó un evento para donar libros a niños de zonas montañosas empobrecidas, y espero que todos vengan a participar”.
Estas palabras siempre han estado grabadas en mi mente, y la Una imagen triste surgió en mi mente: los niños que abandonaron la escuela esperan tener libros nuevos para leerles, pero las dificultades económicas y de la vida se lo impiden. Esto es triste.
La experiencia de los niños en zonas montañosas empobrecidas me hace valorar aún más mi vida actual. Secretamente decidí hacerles alguna contribución.
Al mediodía, nada más llegar a casa, rebusqué en mi cofre del tesoro. Mi madre miró mi desorden y preguntó: "¿Qué estás haciendo?"
"Quiero donar libros a personas de zonas montañosas empobrecidas.