La conciencia es producto de la materia. La conciencia no se puede separar de la materia, pero es diferente de la materia y tiene las características de los fenómenos espirituales.
La esencia de la conciencia significa que la conciencia es la función y atributo del cerebro humano, y es la imagen subjetiva del mundo material. La conciencia es una imagen subjetiva del mundo objetivo. Existe independientemente de la materia, pero no puede existir sola sin materia. La conciencia es la función del cerebro humano. El cerebro humano es el órgano material que produce la conciencia. La conciencia es el reflejo subjetivo de la existencia objetiva por parte del cerebro humano. El contenido de la conciencia es objetivo, pero su forma es subjetiva.
La conciencia tiene un papel activo y puede comprender y transformar activamente el mundo. Por lo tanto, la conciencia no siempre existe, sino que es el producto de un alto desarrollo en el mundo material y el resultado de la práctica laboral a largo plazo de los seres humanos. En resumen, la conciencia es un reflejo subjetivo del mundo material y tiene las características de conciencia, propósito y creatividad.
El papel de la conciencia
La conciencia puede reflejar cosas objetivas, guiar las acciones y decisiones de las personas a través del pensamiento y la planificación, y realizar la iniciativa subjetiva. La conciencia puede filtrar, procesar y crear información basada en la experiencia y el conocimiento existentes para formar nuevos conocimientos y comprensión. La conciencia puede comprender y evaluar el propio pensamiento y comportamiento, y lograr la superación y el desarrollo personal a través de la autorregulación y el control.
La capacidad de las personas para comprender el mundo de manera proactiva significa que pueden percibir y comprender el mundo activamente, y pueden cambiarlo y darle forma activamente. Las actividades de la conciencia humana tienen un propósito, son conscientemente selectivas y proactivamente creativas. A través de actividades conscientes, las personas pueden pensar, elegir y actuar activamente, comprendiendo y transformando así el mundo. Por ejemplo, el plan y el diseño del arquitecto hacen del edificio algo único y significativo que encarna la agencia y la iniciativa humana.