2. Limpiar y lavar los insectos de bambú.
3. Hervir agua en una olla grande y poner la cantidad adecuada de sal en el agua. Cuando el agua hierva, vierte el bambú lavado en la olla y cocina.
4. Sacar el bambú, secarlo, enfriarlo, luego embolsarlo y sellarlo. Si se congela en el refrigerador, se mantendrá fresco hasta por un año. Cuando quieras comerlo sácalo y descongélalo.