(El vendedor sacó los dulces al escenario y gritó): ¡Dulces! ¡dulce! ¡Dulce caramelo! ...
¡Oh, Alicia! ¡Mirar! ¡dulce!
Respuesta: ¡Sí! ¡Creo que están deliciosos!
m: Vamos a comprarlo.
Respuesta: ¡Vale!
C: ¡No me compréis!
M amp A: ¿Por qué?
c: ¡No me gusta!
¡No, te ves bien!
¿Qué puedo hacer?
S: ¡Dulce! ¡dulce!
M amp A: ¿Cuánto cuestan?
¿Tienes dinero?
Respuesta de M amp: ¿Dinero?
¡Ay, no tengo dinero!
Yo también.
s: ¿Sin dinero? Lo siento muchísimo.
m: ¿Qué podemos hacer ahora?
Queremos que papá nos dé dinero.
m: ¿Pero cómo?
R: ¿Por qué? Oh, lo sé, si lo hacemos feliz, nos dará dinero.
Hombre: ¡Qué gran idea!