Las cigarras absorben la savia de las raíces del suelo y trepan al árbol a lo largo de las raíces después de emerger del suelo. Si la raíz grande sube, la dirección será la correcta.
Las alas de las cigarras son muy suaves y tardan un tiempo en endurecerse antes de caer naturalmente del árbol y volar. Si están en el suelo, se mantendrán unidos después del bombardeo, no podrán endurecerse y, naturalmente, no podrán volar. La naturaleza dicta que deben subir a lugares elevados para poder deshacerse de sus caparazones con éxito.