1. Aclare el problema: aclare el problema o el mal comportamiento de la persona que se está corrigiendo para garantizar que ambas partes tengan una comprensión coherente del problema.
2. Reflexión guiada: Ayudar a la persona corregida a reflexionar sobre las causas y consecuencias del problema, y guiarle para que se dé cuenta de la gravedad del problema y su impacto en sí mismo y en los demás.
3. Establecimiento de objetivos: Desarrollar objetivos viables y planes de mejora para los objetos de corrección para garantizar que los objetivos sean específicos, cuantificables y alcanzables.