No sólo las raíces de las flores, casi todos tenemos la creencia de que las flores florecen en la etapa de raíz. Es precisamente por esta creencia que podemos sonreír con complicidad cuando estamos acumulando energía en secreto, y podemos esperar con firmeza en medio del desprecio y el ridículo. ¡Mientras creamos que las flores florecerán!
Demóstenes es una raíz de flor fea. Tartamudea desde niño, pero quiere ser orador, ridiculizador y discriminador. Es silencioso como la raíz de una flor y tortura su lengua con piedras todos los días. Finalmente, un día, su arduo trabajo explotó en una luz asombrosamente hermosa.
Wang Bo también es una raíz de flor tan fea, talentosa pero fracasada, siempre frustrada, pero no convencida. ¡Sabía que algún día brillaría, y el "Prefacio a Wang Tengting" convirtió a este genio en una leyenda inmortal!
Cree en tus sueños, y tus sueños darán frutos algún día, pero ¿cuántas personas pueden entender verdaderamente el significado de ser una raíz de flor en la vida? ¿Realmente puedes comprender el período en el que eres una raíz de flor?
¿Somos tú, yo o él el mediocre?
¿Quién se deprimiría ante el ridículo de los demás? ¿Quién se da por vencido cuando sus condiciones no son buenas? ¿Quién se rindió a medio camino en la búsqueda de sus sueños?
¿Eres tú? Si es así, recuerda: sin el coraje de ser una raíz de flor, nunca cosecharás la alegría de florecer. Sin la firme creencia de esperar a que la flor florezca, siempre serás una raíz de flor fea.
Una persona debe tener una creencia tan firme, y una nación también necesita esa creencia. Después de la Segunda Guerra Mundial, Japón estaba en ruinas, pero en sólo unas pocas décadas, Japón emergió como la segunda economía más grande del mundo. Detrás del florecimiento está la tolerancia del pueblo japonés hacia Estados Unidos, su estímulo para "salir adelante" todos los días y el dolor de apretar los dientes y perseverar.
Japón, con su fe férrea, ha logrado hacer brotar de sus feas raíces la deslumbrante flor del rejuvenecimiento nacional. Amigos, cuando somos sólo una fea raíz de flor, debemos creer en la belleza del futuro. Ahora, por favor, aguantalo en silencio, recógelo en secreto y espera en silencio... ¡un día, el dolor y las dificultades de hoy se extenderán hasta convertirse en hermosas flores! Espera, tu flor florece.