A la elegante Epiphyllum siempre le gusta quedarse en un rincón tranquilo, esperando a su verdadero amor en la oscuridad. Normalmente, cerraba su corazón con fuerza y se mantenía al margen. Sólo en julio y agosto, cuando el hombre adecuado se acerque a ella, se abrirá y mostrará su encantadora figura.
Si el pastor de vacas y la tejedora se encuentran una vez al año en el puente de la Urraca, el destino del cereus que florece de noche será el mismo. Las noches de julio y agosto son los días en que conoce a su amante. Cada noche que nos encontramos, la sonrisa del epiphyllum es tan dulce, el pulso de todo el cuerpo se balancea locamente en este momento, la danza loca está en pleno florecimiento durante una temporada, e incluso el aliento exhalado por la boca es tan fragante. Loco… hasta los dioses se conmovieron y dejaron un leve suspiro. Quizás, todo sea destino. Cuanto más breve es el encuentro, más se condensan los verdaderos sentimientos de toda una vida. Si le das un período de floración ilimitado, ¿podrá apreciar el profundo amor que tiene frente a ella? Si no hay tanta separación, ¿cómo podemos comprobar la distancia entre los corazones de dos personas? Así que los dioses se quedaron sin palabras, dejando sólo el espacio suficiente para que ellos fueran colmados de amor. Aunque, después de una alegría breve, tendrán que volver a soportar la separación y el epífilo cerrará sus corazones. Sin embargo, todo es destino, no hay arrepentimientos en todo y no hay nada de qué suspirar...
El lenguaje floral del cereus que florece de noche: el momento eterno
Este es el "Guting" donde corteja la espada de hadas".
Espero adoptarlo~