La psicología animal es un estado mental poco saludable que requiere medidas de ajuste y mejora.
En primer lugar, puedes desviar tu atención participando en algunas actividades beneficiosas, como deportes, lectura, aprendizaje de nuevas habilidades, etc. Estas actividades pueden hacerte sentir realizado y satisfecho, reduciendo así las emociones negativas hacia los animales.
En segundo lugar, puedes intentar desarrollar relaciones más sanas con los animales. Por ejemplo, podrías optar por criar un animal amable y no agresivo, como un conejo, un gato o un perro. En el proceso de llevarse bien con los animales, uno puede comprender gradualmente sus hábitos y características y aprender a cuidarlos mejor.
Finalmente, si sientes que no puedes tolerar un estilo de vida conviviendo con humanos y animales, puedes plantearte buscar ayuda profesional. Un consejero psicológico puede ayudarle a explorar su mundo interior y encontrar un estilo de vida y una dirección de desarrollo que sea más adecuado para usted.
En definitiva, no te preocupes demasiado por llevarte bien con humanos y animales. Mientras mantengas una actitud positiva y buenos hábitos de vida, podrás estar más saludable y feliz.