En cuanto a la negativa de los estudiantes españoles a cambiar de residencia, existen tanto razones objetivas como muchas negativas subjetivas. Dijo que según el artículo 88 del "Reglamento de Desarrollo de la Ley de Extranjería", se deben cumplir los siguientes requisitos para cambiar de residencia del estudiante, si no se cumple uno de ellos se podrá rechazar objetivamente:
En primer lugar, la duración de la residencia es la condición más importante. La mayor diferencia entre la sustitución de residencia de estudiantes y la sustitución de residencia de trabajo es que la residencia de trabajo se puede sustituir dentro de los tres meses siguientes a su caducidad, mientras que la Ley de Extranjería española exige que la residencia de estudiantes se reponga dentro del plazo de validez. Sin embargo, muchos estudiantes no entienden esto y a menudo cambian su alojamiento después de su vencimiento, lo que resulta en que su alojamiento sea rechazado.
En segundo lugar, los estudiantes deben cumplir las condiciones para estudiar en España y continuar estudiando en España. Estas condiciones incluyen: buen rendimiento académico, continuidad de estudios, seguro médico, seguro funerario, garantía financiera suficiente (las becas se pueden utilizar para garantizar becas), comprobante de matrícula universitaria y pago de facturas.
El rechazo subjetivo descubierto recientemente se manifiesta en que debido a la grave crisis económica que vive España, la xenofobia está creciendo entre muchos funcionarios del gobierno español, por lo que encontrarán diversos motivos para negarse a quedarse y cambiar. Actualmente se descubre que no existe una estipulación clara en las disposiciones legales sobre cuándo pueden continuar residiendo los estudiantes de fuera de la UE. Es simplemente un juicio subjetivo hecho por funcionarios gubernamentales en función de sus propias preferencias. Las principales manifestaciones son las siguientes:
En primer lugar, la legislación española sobre extranjería no estipula claramente cuánto dinero se debe depositar en una cuenta bancaria al año para garantizar los estudios y la vida en España. Como resultado, algunos miembros del personal se negaron a cambiar de residencia por tener demasiado dinero, fuentes de fondos poco claras o muy poco dinero.
Segundo: Rechazo por considerar que los estudiantes extranjeros no han estudiado en la escuela o el tiempo de clase es corto. La mayoría de los cursos universitarios son a tiempo parcial y la ley de extranjería de España estipula claramente que los estudiantes pueden trabajar legalmente a tiempo parcial. Pero algunos funcionarios del gobierno español fueron menos tolerantes y simplemente rechazaron a muchos estudiantes, incluidos aquellos desempleados.
En tercer lugar, el "Reglamento de Desarrollo de la Ley de Extranjería" sólo establece en su artículo 87 que los estudiantes deberán solicitar una estancia superior a seis meses con un visado de estudios. Al mismo tiempo, la "Ley de Extranjería" estipula que el período de validez de la visa de estudio es el mismo que el número de años de estudio, pero no estipula claramente si pueden cambiar de especialidad o cambiar la naturaleza de sus estudios. Como resultado, a muchos estudiantes se les niega la residencia porque el motivo del cambio de residencia es asistir a cursos universitarios.
Cuarto: Rechazo por considerar que el estudiante no ha continuado asistiendo a clases en el colegio. El Reglamento de Desarrollo de la Ley de Extranjería española prevé la continuidad de los estudios, pero no exige registros de asistencia ni otros certificados escolares pertinentes. El gobierno español se ha negado a renovar los permisos de residencia de algunos estudiantes porque no presentaron prueba de asistencia a la escuela.
Pero al final, todavía hay algunos funcionarios del gobierno que son xenófobos. Para evitar discriminaciones indirectas, se recomienda que los estudiantes internacionales españoles aprendan más sobre las leyes españolas, comprendan primero los procedimientos, especialmente la duración de la estancia, y preparen los materiales requeridos con antelación, de modo que se reduzca la posibilidad de ser rechazados. Si lo rechazan, no pierda la oportunidad de apelar.