Mírate a ti mismo
Los educadores debemos aprender a vernos a nosotros mismos como nos ven los demás.
Aceptar orientación
Los educadores deben guiar y prestar atención a sus propios problemas y mal genio, en lugar de centrarse en el mal genio de los niños y corregir sus defectos.
Quita la arena de tus ojos.
Como educador, sólo quitando la arena de tus propios ojos podrás saber cómo ayudar a los niños a quitarse la arena de los ojos.
Mantener una actitud humilde
Los educadores deben mantener una actitud humilde, eliminar los prejuicios escondidos en lo más profundo de sus corazones, abandonar su arrogancia interior, su ira y otras tiranías, y aprender a convertirse en a Sólo aquellos que son humildes y generosos pueden obtener la paz y la tranquilidad necesarias para la educación.