El anciano de Xi'an compró fideos en el supermercado y metió dos bolsas de fideos en una. ¿Qué castigo recibió el anciano?

Es la naturaleza innata de todos estar codiciosos por ganancias insignificantes, pero se necesita mucho coraje para maximizarlas. Al fin y al cabo, todo tiene sus límites. Si la operación no es buena, puede estar relacionado con su propio problema facial. Sin embargo, en la vida real, no hay muchas personas así, e incluso piensan que lo que hacen es realmente altisonante.

Recientemente, algunos internautas publicaron un vídeo en línea. Resultó que un hombre compró fideos en el supermercado y de hecho puso dos bolsas de fideos en una bolsa, y lo hizo descaradamente a la vista del público.

Resulta que el incidente ocurrió en un supermercado de Xi'an. Un hombre va de compras al supermercado. Cuando tenía dos bolsas de fideos en la mano, compró algunos otros productos, pero el hombre no fue directamente a la caja a pagar. Simplemente operó en el acto y puso una bolsa de fideos en otra bolsa, de modo que las dos bolsas de fideos se convirtieron en una sola bolsa de fideos. Escanear el código de barras de un paquete a través de la caja es realmente inteligente. En realidad, cuesta dinero comprar dos bolsas de fideos. Y al hombre no pareció importarle la opinión de otras personas durante todo el proceso, pero supuso que era un hombre mayor en la escena.

Al ver la escena anterior, es obvio que el comportamiento del hombre no es diferente al de robar. Tal comportamiento no sólo rebaja el propio estatus, sino que también será despreciado y despreciado por los demás.

De hecho, dos bolsas de fideos realmente no valen unos pocos dólares según el precio de mercado. De hecho, la pobreza material no es terrible, pero la pobreza espiritual sí lo es. Es lo más despreciable para ellos hacer estas cosas mezquinas y baratas a plena luz del día.

Pero si realmente quieres tratar con estas personas ávidas de ganancias insignificantes, debes atreverte a denunciar a los demás cuando los encuentres, para que no tengan dónde esconderse y, al mismo tiempo, también hay que hacerles comprender profundamente que lo que están haciendo es inmoral. Lo que realmente hay que hacer es pagar el precio, y es imposible salir ilesos.