1. Fortalecer la independencia y responsabilidad de la entidad fiscalizadora. La Ley SOX estipula que las instituciones de auditoría deben ser independientes de la empresa auditada y no deben tener una relación de intereses con la empresa. Al mismo tiempo, las agencias de auditoría tienen responsabilidades y obligaciones legales más estrictas respecto de los resultados de las auditorías.
2. Mejorar la transparencia y precisión de la información financiera. La Ley SOX exige que las empresas que cotizan en bolsa fortalezcan los controles internos para garantizar la precisión y puntualidad de los informes financieros.